martes, 25 de junio de 2013

COMO SI EL TIEMPO SE HUBIERA DETENIDO








Olabeaga, en la margen izquierda del Nervión. Nunca había estado ahí. Vi las casas, tradicionales. Sobre un puente de hierro oxidado, los restos de las antiguas vías del ferrocarril de via estrecha Bilbao-Santurce. Hoy queda un sendero. La bajada al caserio. Las escaleras, que me recordaron una antigua foto que hice hace más de 45 años y que sigo teniendo en mi retina: "Dios, ¿donde estás?". Los escalones... Allí, en aquel momento, sentí vívidamente, con una gran emoción, que el tiempo parecía haberse detenido.
Texto y fotos: Vicente Escudero.

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