lunes, 5 de agosto de 2013

LEVANTAS LA VISTA Y...

¡Nunca me había fijado! Caminaba por los soportales de la calle Ribeja, en el casco viejo de Bilbao, justo frente al mercado. Levanté la vista y... ¡Los techos de las arcadas estaban pintados con un mural! ¿Desde cuando? Yo, francamente, nunca los había visto. Y es que en Bilbao se descubren rincones, detalles, a cada paso. Sólo hace falta, como escribí una vez, "Mirar, ver Bilbao".


Texto y fotos: Vicente Escudero

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