Callejeando por las enrevesadas callejuelas del barrio del Call de Barcelona se llega, de repente, a la plaza de Sant Felip Neri. Allí son visibles, todavía hoy, las huellas de la guerra in-civil de 1936. Impresiona. Impactos de bala (muchos) en las duras piedras seculares. ¿Los pueblos que olvidan la historia están condenados a repetirla? Espero, sinceramente, que no. Que no olvidemos. Que no repitamos tragedias pasadas, de un siglo que tendría que estar superado.
Texto y fotos: Vicente Escudero
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